¿CREDITO O PRESTAMO?
A raíz de la existencia de los créditos rápidos online o creditos rapidos sin acentos como se busca principalmente, se ha producido un aumento en la búsqueda de vocablos de uso financiero que se han ido mezclando con el vocabulario popular. Dos de esos términos son: préstamo y crédito. Son dos vocablos que muchas veces se utilizan indistintamente queriendo referirse a un solo tipo de producto financiero cuando, en realidad, son dos servicios financieros diferentes. Cuántas veces hemos oído decir: "voy a pedir un préstamo" o "voy a pedir un crédito" pensando que dicen la misma cosa. Por lo tanto, es conveniente tener claro estos conceptos y saber la diferencia entre uno y otro.
El crédito es una operación financiera en la que una entidad nos deja dinero hasta un límite determinado y durante un periodo de tiempo específico. Con el crédito, somos nosotros mismos los que nos encargamos de administrar el dinero prestado mediante la retirada o uso del mismo y el ingreso o devolución de ese dinero. Esto nos permite cancelar una parte o la totalidad de lo que debemos cuando nos interese y por lo tanto, deducimos el pago de intereses. Todo este dinero que nos dejan, debemos devolverlo pagando a la entidad financiera unas comisiones así como, unos intereses.
En un crédito, sólo se pagan intereses sobre el capital que se ha utilizado. El resto del dinero queda a nuestra disposición pero sin la necesidad de que tengamos que pagar intereses excepto que lo utilicemos. Al vencimiento del crédito, se puede negociar su renovación o cancelar pagando todo lo que se debe. La función principal del crédito es para cubrir gastos corrientes o extraordinarios en momentos determinados por falta de liquidez. El crédito necesita de la apertura o existencia de una cuenta corriente. Hay dos tipos de créditos: cuentas de crédito y tarjetas de crédito.
Un préstamo, es una operación financiera en la que una entidad pone a nuestra disposición una cantidad de dinero determinada mediante un contrato. En el préstamo, adquirimos la obligación de devolver ese dinero en unos plazos de tiempo establecidos y pagar unos intereses y comisiones ya acordados. Se puede devolver el dinero en uno o varios pagos, aunque, la cantidad habitualmente se devuelve en cuotas mensuales que ya incluyen los intereses y comisiones. El préstamo suele ser una operación a medio o largo plazo y la amortización se realiza mediante cuotas regulares.
Como resumen podemos decir, que en el préstamo, la entidad financiera pone a nuestra disposición una cantidad fija y, el cliente, debe devolver esa cantidad más unos intereses y comisiones pactados en un plazo acordado mediante cuotas de tiempo. Mientras, en el crédito la entidad financiera pone a nuestra disposición, en una cuenta de crédito, el dinero que necesita hasta una cantidad de dinero máxima.
¿Cuándo solicito un crédito rápido?
Una vez que hemos visto la diferencia entre crédito y préstamo, es cuando ya sabemos lo que debemos solicitar en un caso u en otro. Cuando tengamos un imprevisto como puede ser la avería de un electrodoméstico, revisión del vehículo, pago de una multa, etc... son las circunstancias propicias para conseguir dinero online en forma de minicrédito o crédito rápido online. Este tipo de producto financiero es también utilizado en momentos de gastos especiales como la vuelta al colegio de los niños, el gasto navideño, vacaciones, etc... una gran cantidad de eventos que nos ocurren a lo largo de nuestra vida.
Si nuestra necesidad de dinero es mayor, siempre podemos recurrir a un préstamo que, también de forma online, podemos solicitar a diversas entidades financieras. La compra de un vehículo, una inversión, un viaje, etc... son eventos que pueden requerir de una mayor cantidad de dinero y por lo tanto, un plazo mayor de devolución. Ventajas y desventajas de los créditos rápidos La principal ventaja de un crédito rápido online, es la rapidez con la que puedes conseguir el dinero. Hay empresas online que facilitan la cantidad solicitada hasta en 10 minutos. Algunas otras entidades tardan 24 horas en función de la cantidad solicitada.
Otra de las ventajas es, la facilidad de solicitud pudiendo realizar todos los trámites de forma online, y desde cualquier dispositivo con conexión a internet. La solicitud de créditos rápidos online no conlleva ningún tipo de papeleo ya que los documentos que tiene que aportar se pueden enviar por correo electrónico y las diferentes entidades siempre ofrecen toda la información de forma transparente para que sepas en todo momento lo que debes pagar por el crédito solicitado. Algunas empresas ofrecen a los clientes que solicitan por primera vez un crédito, el dinero sin comisiones o intereses. Hay otras que cuantas más créditos vayas pidiendo y pagando, más importe te van dejando y la mayoría te permite cancelar el crédito con anterioridad al plazo de devolución establecido lo que conlleva un ahorro de intereses.
¿Cómo pedir créditos rápidos online?
Todo el proceso de petición de créditos rápidos online es muy fácil y sencillo. Tan solo necesitas acceder a la página web de la entidad en que se quiera pedir el minicrédito y proceder a rellenar la cantidad y el plazo de devolución en el simulador que al efecto tienen. A continuación y, dependiendo de la entidad a la que le solicites el crédito, tendrás que rellenar un formulario o facilitar una copia de tu D.N.I. o algún documento justificativo de tus ingresos. Una vez todo enviado, tramitado y verificado todo, contactarán contigo para confirmarte la aprobación del crédito, en un breve espacio de tiempo, recibirás el dinero solicitado en la cuenta bancaria que facilitaste o a través de un cajero automático en las entidades que utilizan el sistema Halcash. Estos son los pasos habituales para la solicitud del primer crédito. Sin embargo, para solicitudes posteriores, ya no te hará falta enviar documentación alguna. Simplemente accedes con tus datos a su página web y solicitas el nuevo préstamo que necesites.
¿Qué requisitos necesito para solicitar dinero rápido online con créditos rápidos o minicréditos?
No todas las entidades solicitan la misma documentación a la hora de conceder créditos rápidos online. Cada una de ellas requerirá una documentación diferente. Sin embargo, hay una serie de documentos y requisitos que suelen ser comunes a todas ellas.
Los principales requisitos son:
* Ser mayor de edad. Hay algunas entidades que fijan este límite en los 21 años.
* Tener un documento de identidad (DNI o NIE)
* Residencia en España.
* Un número de cuenta bancaria donde aparezcas como titular.
* Un número de teléfono móvil para poder ponerse en contacto contigo.
* Una dirección de correo electrónico para poder enviar y recibir la documentación del crédito.
Algunas entidades solicitarán
* Nómina, pensión o justificante de ingresos.
* No estar en listas de morosos como ASNEF.
En resumen, para conseguir un crédito rápido online, no se necesitan muchos documentos, ni mucho tiempo. Todo es rápido, sencillo. El dinero que usted necesita está al alcance de un clic.
¿Qué es la ASNEF?
La ASNEF es una asociación que gestiona una base de datos en la que se encuentran registrados todos los impagos en los que haya podido incurrir una empresa o una persona física con una determinada empresa o grupo de empresas. En lenguaje coloquial es conocida como la “lista de morosos”.
Estamos ante una lista privada. Es por eso que no todas las personas tienen acceso a ella. Solamente pueden consultar este registro, las empresas que sean miembros de la asociación.
Los miembros de esta asociación son: Todas las financieras para el consumo. Todas las empresas que nos ofrecen la posibilidad de adquirir todo tipo de elementos tales como viajes, electrodomésticos o coches por medio de financiación. Es decir, cuando queremos comprar una lavadora y pedimos financiación para la compra en la tienda donde adquirimos esa lavadora, ellos sabrán si tenemos alguna deuda registrada ya que consultarán esa lista. En caso de que así sea, lo más seguro es que no nos concedan dicho crédito.
Sin embargo, hay empresas que ofrecen créditos rápidos a pesar de estar en la lista de ASNEF, aunque algunos fijan la deuda en una cantidad inferior a 2.000 euros.
Generalmente las entidades financieras tradicionales (Bancos y Cajas de Ahorros) están adscritas a la ASNEF con el fin de consultarla a la hora de conceder o denegar los créditos o préstamos pedidos por los clientes.
También se encuentran en la asociación Telefonías y suscripciones de televisión de pago. Si estás en la ASNEF casi seguro que no te concedan un contrato con cualquiera de los servicios que ofrecen.
Cuando realizas una llamada para pedir información sobre un contrato en particular ellos tienen delante todos nuestros datos sobre morosidad y por norma general ellos se negarán a realizar cualquier tipo de acuerdo siempre y cuando no sea de prepago. Si estamos en la lista de Asnef, significa que debemos dinero y por lo tanto no confiarán en nosotros, ya que no somos buenos pagadores y no nos querrán en su compañía.
Las aseguradoras son otros de los sectores que utilizan la lista ASNEF. Son todos los referentes al mundo de cualquier tipo de seguro.
Las empresas de luz y agua. Son los recibos que primeramente se dejan de pagar. Lo que significa que todas las empresas suministradoras de este tipo de servicios y recursos tienen como referencia a la lista de morosos a la hora de nuevas contrataciones.
Estamos ante un conjunto de empresas que gracias a esa lista buscan minimizar el impacto de los impagos en su actividad. Una persona que no tenga impagos con ninguna de las empresas que estén adscritas al fichero no aparecerá en esa lista, pero con una sola deuda que tenga con cualquiera de este conjunto de empresas, esta persona pasará a ser considerado moroso y será visible para el resto de empresas. Esto limitará mucho sus actividades con todas las empresas que pertenecen a esta asociación.
El sector que más ha apostado por la financiación y que por lo tanto manejan la Asnef es el automovilístico (casi el 80% de los coches que se adquieren en España se financian).
En cuanto a la morosidad del último año ha ido reduciendose en un 3% con respecto a los años de la crisis y un 8% en lo que se refiere a créditos al consumo.
Lo que significa, que la lista Asnef ha ido reduciéndose.
¿Qué es el Hal-Cash?
Se trata de un servicio bancario mediante el cual puedes recibir el importe de tu préstamo en tu teléfono móvil y retirarlo de forma inmediata en un cajero, con la ventaja de que no hace falta ser cliente de ese banco, ni tener quer usar tarjetas de crédito, aunque el dinero solo puede ser retirado de los cajeros de la red adherida. Además está a tu disposición las 24 horas del día.
Hay 12.000 cajeros en España adheridos al sistema de entidades reconocidas como Bankinter, Bankia, Banesto, Banco Popular, Caja Laboral, Cajamar, Novagalicia Banco…(aunque no el 100% de los cajeros de la red de estos bancos permiten esta operativa).
Cuáles son las ventajas de este sistema:
1. Es inmediato.
2. El dinero lo recibes directamente sin la intervención de tu entidad bancaria.
3. Sin tarjeta de crédito.
4. Con total privacidad.
Hal-Cash es un servicio que lo puede utilizar cualquier persona. Es independiente de que trabajes con el banco propietario del cajero del que quieres retirar el dinero.
En onlinedinero.es ponemos a su alcance un comparador de créditos y préstamos para que le sea más cómodo localizar el producto financiero que mejor se adapte a sus necesidades.
* En la tabla comparativa de créditos rápidos de 300€ a 30 días, la entidad Vivus ofrece sin ningún interés la primera operación de 300€. La segunda ya habría que pagar un total de 372€. La entidad Wonga por esos mismos 300€ solo pagas un interés de 5€ la primera vez.
¿Qué es el RAI?
El RAI (Registro de Aceptaciones Impagadas) es un registro de morosidad, con un plazo de permanencia de la información de treinta meses, y está destinado a personas juridicas.
La información que aparece en RAI, es la aportada por las Entidades Bancarias, Cajas de Ahorro, Cajas Rurales y Cooperativas de Crédito y recoge la información sobre el incumplimiento de obligaciones dinerarias por importes iguales o superiores a 300 euros, provenientes de efectos aceptados y impagados a su vencimiento (pagarés de cuenta corriente, letras aceptadas, pagarés cambiarios y cheques de cuenta corriente).
La inscripción en este registro se realiza de forma automática cuando se detecta un efecto aceptado que no se efectúa.